viernes, 23 de abril de 2010

CON OCASION DEL DIA MUNDIAL DE LA TIERRA

Oscuras aves rapiñas venidas de lejanas tierras del Norte zurcaban amenazantes el cielo gris en busca de su sustento. Desde sus alturas percibieron una húmeda zona boscosa agrietada por múltiples claros deforestados, costas y ríos desvaneciendo. A cada uno de sus sobrevuelos, el bosque retrocedía un poco más, los ríos descargaban más pestilencias, las costas se ahogaban bajo un manto de inmundicias. El olor a muerte se esparcía por doquier, llamándoles poderosamente la atención. Sus afilados ojos podían percibir el rastro de aterrorizadas palomas, lechuzas, conejos, venados, ardillas, algunos nativos y otros extranjeros, corriendo por todo lado. Pero al acercase un poco más, también visualizaron en la sombra a especies nativas como avispados camaleones y mapaches, silenciosas serpientes, sigilosos pumas y algunos felices lagartos con impecable ropaje que, ayudados por alacranes de distintos colores y emprendedores zanates, carcomían poco a poco toda forma de vida. Intrigados por semejante espectáculo, los rapaces emprendieron el descenso de su vuelo para conocer tan peculiar paraje. Ahí pudieron observar de nuevo las palomas, los conejos, los venados divisados desde los aires, buscando desesperadamente un refuio; pero también, acorralados y aglutinados en las ramas más altas, a temblorosos felinos, monos y lapas; y, refugiados en cuevas, a ranas y sapos, armadillos, tortugas y a otros más desesperados, cuyos gemidos resonaban en la oscuridad de húemdas cavernas. Mientras tanto, los otros, encabezados por los felices lagartos, y sus amigos camaleones, serpientes, pumas, alacranes, zanates avanzaban, irrespetando todo a su alrededor, sin ningún tipo de compasión. Hasta peces del mar buscaban refugios en cuevas en los ríos, huyendo la destrucción de las otrora prodigiosas costas de aquella joya natural. Algunas tortugas incluso trepaban a algunos palos secos causando intrigantes preguntas. “Este lugar es para nosotros, esto sí es un paraíso! “ se congratularon. “Aquí la muerte cunde por doquier, la pestilencia también, y hay que aprovechar que lo que queda en vida morirá para suplirnos en comida!”. Felices, aportaron su ayuda a las especies depredadoras que vieron ahí un nuevo aliado para satisfacer su extraña sed destructora. Poco a poco, aquel bucólico paraje natural se convirtió en un paraíso para muchas aves rapiñas. Las primeras en llegar no tardaron en llamar a sus compañeras de vuelo de otros cielos más oscuros. Aquella felicidad rapiña duró unos tiempos. Pero luego fue mermando hasta que acabaron de comer las últimas especies refugiadas en bosques y en grutas cada vez mas diminutas. Entonces, fueron las mismas especies nativas depredadoras las que iniciaron una lucha por su supervivencia hasta que estas también empezaron ineludiblemente a extinguirse. “Toda muerte es buena” pensaron las aves, por lo que casi ni notaron la diferencia al comer los restos de sus antiguos aliados. Sin embargo, al final, acosadas por el hambre, decidieron alzar nuevamente su vuelo, satisfechas por los tiempos de abundancia disfrutados en ese otrora pequeño paraje tropical,vuelto un sembar y decididas a reeditar esa inolvidable experiencia en otra latitud.

NOTA: los nombres de especies y animales lo son para fines estrictamente ilustrativos

domingo, 11 de abril de 2010

SECTOR III EL RIO TIBAS: MISION CUMPLIDA



Durante este fin de semana, el Comité Bandera Azul Ecológica de San Miguel de Santo Domingo procedió a la limpieza del ultimo sector de la campaña de limpieza del Río Tibás 2010 (Sector La Vivienda-Castilla). Gracias al desinteresado apoyo de varios integrantes y profesionales, todos vecinos de San Miguel, se logró nuevamente sacar del río un total de 12 sacos de plásticos y escombros dañinos. Las botellas y recipientes plásticos fueron, como de cotumbre, clasificados y serán enviados al Centro de Acopio de San Miguel para su reciclaje.

Hacemos un vehemente llamado para que los rios de San Miguel y de otras partes del país no se siguan siendo utilizados como botaderos de basura y de desechos no tradicionales. Instamos los propietarios de cafetales y lotes baldios a no permitir que ahí se acumulen desechos, que, con el tiempo, por efecto de la gravedad, del viento y del agua, terminan en los ríos. Reiteramos a las escuelas y a las autoridades educativas en general que refuerzen sus programas de educación ambiental de manera significativa con una parte "vivencial" que permita a los escolares "vivir" los efectos de la contaminación en un río.

Sobre este último punto, instamos a las empresas y a las nuevas autoridades a redoblar de esfuerzos en buscar de mecanismos de sustitución progresiva de plásticos tradicionales por plásticos semi degradabales o biodegradables. El pais cuenta con empresas nacionales dedicadas a la producción de plásticos más amigables con la naturaleza, invitadas a foros internacionales por sus adelantos en la materia. Sin embargo, en estos 4 años de una promocionada "Paz con la Naturaleza" , no se logró esta sustitución progresiva en el comercio en general ni algun tipo de incentivo para que lograran colocar este material en el mercado. Para ello es necesario idear mecanismos de incentivos de algun tipo que favorezcan esta progresiva sustitución, en particular en los plásticos usados por empresas que comercializan envolturas de todo tipo, y las dedicadas a la venta de productos utilizados en la agricultura (en particular sacos para granos, comida para ganado, etc... que son usados luego para otro tipo de uso, y terminan muchas veces desilachandose en una multitud de fibras plasticas en un río antes de llegar al mar a contaminar la costa). Desde el punto de vista "técnico", estos sacos quedan prensados en raices y troncos, dificultando seriamente la labor de limpieza al deshacerse con la más mínima tensión y dejando la parte prensada sin posibilidad de extraerla (Ver Foto 2).

Pese a la cantidad de basura existente en su cauce, el entusiasmo de nuestros integrantes (1) no decayó, motivados por rastros de vida silvestre en el Río Tibás que persiste en sus orillas (huellas de mapaches y de armadillos) como en sus aguas (peces y renecuajos), lo cual indica que aún estamos a tiempo de salvarlo.

"Cuidar los ríos es amar a Costa Rica" dicen algunos. "Contaminarlos es .... (?) a Costa Rica", pensamos en San Miguel

(1): De izquierda a derecha: Don Carlos Abarca, Esteban Benavides, Carlos Enrique Serrano y Juan Serrano